miércoles, 19 de enero de 2011

Contaminación relacionada con las computadoras
El progreso tecnológico ha contribuido a aumentar la diversidad y complejidad de los desechos que contaminan el medio ambiente. El gran crecimiento en la producción de aparatos eléctricos y electrónicos que, gracias a la innovación tecnológica y la globalización del mercado, acelera su sustitución y por lo tanto su desecho, lo que produce diariamente toneladas de basura electrónica. En México se tiene poco conocimiento del problema. Una encuesta efectuada en 2006 por Pisos Morí en nueve países indica que apenas 43% de mil encuestados sabía que las computadoras personales y otros aparatos electrónicos contienen materiales dañinos para la salud humana y su entorno.

El Instituto Nacional de Ecología estima que el volumen de desechos se incrementó 167% entre 1998 y 2006. Actualmente, se estima que en México se generan entre 150 mil y 180 mil toneladas por año, cifra que equivale a llenar hasta cinco veces el Estadio Azteca, lo que muestra la magnitud del problema. Uno de los aspectos más delicados es el vacío de información acerca de los patrones de consumo, el destino final de los desechos electrónicos y la falta de infraestructura formal para su adecuado manejo en las diversas etapas.

El problema aumentará con la aparición de las computadoras y televisiones de alta definición. Se cree que 25 millones de televisores se desechan cada año, y que en el caso de los teléfonos celulares la cifra es aún mayor. En el año 2005 se eliminaron 98 millones de aparatos en Estados Unidos, y si se suman todos los desechos electrónicos, se calcula que 45 millones de toneladas métricas anuales se producen en todo el mundo, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
CONTAMINACIÓN ELECTROMAGNÉTICA
Se entiende como contaminación electromagnética, también conocida como electro smog, a la presencia de  diversas formas de energía electromagnética en el ambiente, que por su magnitud y tiempo de exposición pueden producir riesgo, daño o molestia a las personas, ecosistemas o bienes en determinadas circunstancias. Las Fuentes electromagneticas generan dos formas de energía:
La intensidad de los campos producidos por el hombre, algunas veces exceden la intensidad de los campos naturales, los cuales existen desde la formación del planeta. Clarificar cómo los campos magnéticos afectan a los organismos es objeto de intensas investigaciones.
En los últimos años hemos visto un crecimiento sin precedentes en el número y diversidad de fuentes de campos eléctricos y magnéticos  destinados a aplicaciones individuales, industriales y comerciales.
Poco más de 70 años atrás ya estaban en el aire numerosas transmisiones de comunicaciones y no pocas estaciones de radiodifusión, y había una incipiente actividad comercial. Todavía no se advertía riesgo alguno.
Muchas actividades humanas, tanto en los lugares de trabajo, esparcimiento o en el hogar, están íntimamente relacionadas con sistemas como televisión, radio, computadoras, teléfonos celulares, hornos microondas, radares y equipos utilizados en industrias, medicina y comercio, cuyo funcionamiento depende de una u otra manera de CEM.
Al coexistir tantos CEM es lógico suponer que una influencia mutua originaría interferencias entre los distintos sistemas que requieren dé dichos campos para su funcionamiento. Por lo tanto estos sistemas deben funcionar apropiadamente en el ambiente electromagnético para el que fueron diseñados y evitar ser fuentes de contaminación para tal ambiente.
Al mismo tiempo estas tecnologías son fuentes de posibles riesgos en la salud  como consecuencia de su uso. Entre los más estudiados están la telefonía celular y las líneas de transmisión eléctrica y sus equipamientos asociados. Los científicos han sugerido que la exposición a CEM emitidos por estos dispositivos podrían tener efectos adversos sóbrela salud, como cáncer, especialmente leucemia y al cerebro, reducción de la fertilidad, pérdida de memoria y cambios adversos en el comportamiento y desarrollo de los niños. Sin embargo el riesgo real sobre la salud es aún desconocido, a pesar de que para ciertos tipos de CEM se ha encontrado que a niveles controlados el riesgo es muy bajo o inexistente.
Se sugiere entonces, adoptar el principio de precaución, donde la precaución principal es un acercamiento al manejo del riesgo en situaciones de incertidumbre científica, que expresa la necesidad de una acción que debe adoptarse sin esperar otras definiciones de la ciencia. Por esta razón la normativa nacional e internacional fija valores límite.
Que los niños no usen teléfonos celulares, pues no se puede descartar la posibilidad que el uso prolongado de los celulares pueda ser dañino, y los niños son los más vulnerables, pues su sistema nervioso está todavía en la etapa de desarrollo.
Respecto a líneas de energía eléctrica y sus equipos asociados, la medida fundamental es no permanecer próximos a ellos por períodos prolongados. Tener en cuenta este punto cuando se trata de localizar, fundamentalmente, viviendas y escuelas.
Es conveniente evitar la exposición a todo tipo de campo electromagnético, especialmente mientras se duerme, ya que se ha encontrado una relación entre ellos y la generación de la melatonina, hormona reguladora del sueño sintetizada en el cerebro especialmente durante la noche.